La Semana Santa de Castilla-La Mancha en alojamientos de la Red de Hospederías
La Semana Santa se ha convertido, en las últimas décadas, en una de las fechas más recurridas para viajar y escapar de la rutina. Este año se celebrará desde el 10 de abril (Domingo de Ramos) hasta el 17 de abril (Domingo de Resurrección). Castilla-La Mancha vive intensamente estos días y resulta difícil no sentirse atraído por los encantos de destinos como Toledo y Cuenca.
“Disfruta de esta Semana Santa en alojamientos de la Red de Hospederías de Castilla-La Mancha, que harán de tu estancia una experiencia única. ”
Son muchos los motivos por los que Toledo debe ser visitada, pero, sin duda, su Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional es la ocasión perfecta para realizar una escapada.
Sus calles, monumentos y edificios históricos permiten crear una atmósfera única, acompañada de las procesiones y la música sacra.
Además, algunas parroquias, monasterios y conventos ofrecen la oportunidad de conocer el rico patrimonio que albergan en su interior, y que, en muchos momentos del año, permanece oculto a los ojos de los visitantes.
Adolfo Boutique, ubicado en el centro de Toledo, en la Plaza Zocodover, es sinónimo de elegancia y confort. Este hotel dispone de 12 habitaciones diseñadas para el descanso y el bienestar de sus huéspedes. Se caracterizan por un diseño contemporáneo, con instalaciones de última generación. En su interior se puede destacar la madera de principios del siglo XX y la utilización de tierras naturales en las paredes. La joya del hotel es su fantástica terraza con unas maravillosas vistas al Alcázar. La experiencia se completa con la propuesta gastronómica que han diseñado para su restaurante, que cuenta con dos soles en la Guía Repsol y varios reconocimientos nacionales.
Igual de interesante es Eugenia de Montijo, un hotel boutique de cinco estrellas, situado en el que fuera palacio de la emperatriz, durante el siglo XIX. Este emblemático edificio se ha diseñado siguiendo el estilo de los clásicos hoteles de principios del siglo XX con una cúpula vitral en el vestíbulo y suelos de mosaicos de mármol. Cuenta con espacios singulares como el Mazapán Corner o el Dressing, donde los desayunos que se sirven nos permiten viajar en el tiempo gracias a los espejos y a las telas que nos evocan el vestidor de la Emperatriz. En definitiva, un hotel que respira historia por cada rincón.
Por otro lado, te ofrecemos la posibilidad de conocer la Semana Santa de Cuenca, declarada de Interés Turístico Internacional desde 1980. El origen de su tradición se remonta al siglo XVII, cuando se formaron las primeras cofradías en la ciudad. Sus procesiones por el casco antiguo medieval configuran la ciudad como un espectacular escenario que nos trasporta al pasado. Una de las actividades más curiosas y que reclama la atención del visitante es la Procesión de las Turbas. A las 5.30 de la mañana, en el amanecer del Viernes Santo, miles de nazarenos se congregan a ritmo de tambor para escenificar el "Camino del Calvario”. Durante estos días Cuenca tiene aroma a vela, incienso y olivos.
El Hotel Convento de Giraldo, ubicado en un lugar privilegiado y emblemático de Cuenca, sobre la Hoz del Huécar y en pleno centro histórico, es la mejor opción para vivir esta experiencia en primera persona. Este edificio del siglo XVII está próximo a la Catedral, la Plaza Mayor y las Casas Colgadas, elementos patrimoniales que destacan en el conjunto arquitectónico de la ciudad. A parte de su ubicación y de su entorno, debemos hacer referencia a sus instalaciones, clasificadas con 4 estrellas. Sus 34 habitaciones combinan la arquitectura histórica original, con el confort que proporcionan los alojamientos del siglo XXI y la aplicación de las nuevas tecnologías. Además, cuenta con habitaciones adaptadas para personas con movilidad reducida.
Solo 40 minutos en coche te transportarán a Belmonte, donde encontrarás el Palacio del Infante Don Juan Manuel Hotel Spa. Esta hospedería está ubicada en un edificio del siglo XIV, en lo que originariamente fue la primera fortaleza de la población y, que posteriormente, se convirtió en un monasterio. Su privilegiado emplazamiento ofrece unas vistas espectaculares al Castillo, que junto a la Colegiata de San Bartolomé, la Casa Bellomonte o el Molino El Puntal son un claro ejemplo del rico patrimonio cultural que ofrece Belmonte. En este edificio, que cuenta con 39 habitaciones configuradas alrededor de un claustro, se aúnan la historia y la cultura. Sus instalaciones destilan historia por todos sus rincones, destacando una sala medieval que se utiliza para la realización de eventos. Las habitaciones presentan suelo de madera, con una decoración muy elegante y las suites disponen de una zona de estar independiente. A todos estos detalles, debemos unir la piscina exterior, los servicios del spa y una excelente oferta gastronómica en su restaurante.
La Semana Santa es una buena oportunidad para conocer el patrimonio, la cultura y la historia que atesoran las ciudades de Cuenca y Toledo, declaradas Patrimonio de la Humanidad. Alojarte en la Red de Hospederías de Castilla- La Mancha, será sin duda, el broche final a una escapada inolvidable.